Una ilustración: Las teorías de los precios

Como una ilustración, considérese la teoría de los precios. Subsecuentemente a los
ataques iconoclastas de Veblen al hombre económico racional, los mismos
institucionalistas estaban divididos en si las teorías de Marshall u otras neoclásicas
eran o no aceptables y compatibles con el institucionalismo. Mientras que en general
los institucionalistas rechazaban el hombre económico racional, esto no significa,
necesariamente, el abandono total del aparato de la teoría del precio de Marshall. [6]A
diferencia de los resultados estáticos de la teoría del equilibrio general, modelos del
equilibrio parcial, aparentemente podrían ubicarse en un contexto evolucionista, de un
proceso en marcha. Donde los institucionalistas sí estaban de acuerdo, sin embargo,
era en la necesidad de desarrollar teorías específicas de los precios que reflejaran las
institucionales y estructuras del mercado de la economía moderna. Pero además
cualquiera teoría general de los precios que se llegara alcanzar necesariamente estaría
muy limitada en sus propiedades explicativas debido a la variedad de procesos
institucionales de la formación del precio en el mundo real. La base de la teoría del
precio en el institucionalismo es por lo tanto muy diferente al de otras escuelas de
economía. La economía neoclásica se apoya en conceptos universales de oferta,
demanda y utilidad marginal. Adam Smith, David Ricardo y Marx se apoyaban en la
teoría del valor trabajo. En contraste, en el institucionalismo los precios son
convenciones sociales, reforzados por hábitos y empotrados en instituciones
específicas. Tales convenciones son variadas y reflejan los diferentes tipos de
mercancías, instituciones, modos de calcular y procesos de precios.
Si los precios son convenciones entonces ellos dependen en parte en ideas y hábitos.
Una teoría del precio debe en parte ser una teoría de ideas, expectativas, hábitos e
instituciones, que implica rutinas y procesos de evaluación. Sin dicha teoría, no existe
explicación adecuada de cómo los individuos calculan o se forman expectativas del
futuro.
Fue en esta línea que los institucionalistas (y otros en la primera parte del siglo veinte),
realizaron gran parte del trabajo empírico y teórico sobre el proceso de los precios . En
vez de una teoría general de los precios, se hicieron intentos por desarrollar teorías
específicas de los precios, cada una relacionada a estructuras reales del mercado
mundial y tipos de organización corporativa. Fue en este contexto que se promovieron
muchos de los primeros trabajos sobre los precios oligopolios, incluyendo varias teorías
de cómo se forman los precios: “sumando costos” (“mark-up”), “administrados”, y “costo
total” (“full cost”), (Tool 1991). No menos que otros economistas, los institucionalistas
quieren desarrollar explicaciones teóricas de cruciales fenómenos reales mundiales
como el precio. Donde difieren, no obstante, es en la acentuación de las limitaciones
explicativas y prácticas de cualquier teoría general de todos los precios.
El enfoque institucional de una teoría de los precios procede, en primer lugar,
examinando las instituciones en las cuales los precios se están formando. Todos los
aspectos de las instituciones que están cercanamente vinculados con el proceso de
formación de los precios son relevantes. Qué son los costos y cómo son evaluados?
Qué rutinas gobiernan el cálculo de los precios? Qué información está disponible y que
se desconoce? Por qué medios se obtiene la información y cómo se utiliza? Qué
rutinas se utilizan para revisar los precios en línea con la experiencia del mercado?
Cuál es la estrategia respecto los precios competitivos? Cómo se relaciona esto con la
estructura del mercado? Obviamente, se requiere un proceso de abstracción y
simplificación para poder tratar con toda la complejidad . Como resultado de
investigaciones detalladas, sería posible extraer algunos procesos claves que
gobiernan la formación de los precios. Uno de los mejores ejemplos de este enfoque es
el trabajo sobre los “precios administrados” de Gardiner Means y sus colaboradores
(Caroline Ware y Means 1936). También existe una cercana afinidad institucionalista
con la teoría conductista de la firma (Richard Cyert y James March 1964) y con la teoría
de la información concentrada (“information clustering”) y de las redes en mercados
financieros (Wayne Baker 1984). Ninguno de estos estudios asume información
perfecta o competencia perfecta. El punto de partida es una investigación de cómo de
hecho se forman los precios en contextos institucionales específicos, seguido por la
formulación de una teoría de los precios específica al tipo de institución bajo
investigación.
El institucionalismo no tiene una teoría general de los precios sino una serie de guías
de aproximación a problemas específicos. Estas llevan a estudios institucionales,
históricos específicos, que probablemente son de mayor valor instrumental
(“operational”) que cualquier teoría general toda-abarcadora. Desdichadamente, los
estudios específicos de las instituciones del mercado y los procesos del precio han
recibido mucho menos recursos para investigación y prestigio que las del equilibrio
general y otros enfoques altamente abstractos.